Porque ellos SIEMPRE están ahí...

La vida cambia, aunque los pequeños detalles siguen igual.

Llega el día en el que decides volver a tu tierra, aunque sean sólo unos días.

Haces con toda la ilusión la maleta, le echas un último vistazo a tu nidito y cierras la puerta. Te montas en el bus, y te despides de tu chico mientras lo miras por el cristal.

Llegas a tu hogar, después de un viaje no muy largo pero si aburrido, aunque lo consigues hacer más ameno gracias a tu música y a la inseparable cámara de fotos.

Todo son recuerdos, y te emocionas. Ves a tus padres, que te reciben con una grandísima alegría.

Pasas unos días increíbles, ves a tus amigos que no veías de casi un año, y compartes experiencias, recuerdos, los miras, los abrazas y los vuelves a mirar sorprendiéndote de lo mucho que lo quieres y los necesitas.

Ríes con tu familia mientras te dicen que estás difernte, más "mujer" y que estás impresionadamente cambiada. Sientes esa complicidad con tu madre, compartes secretos y os demostráis vuestro cariño.

Te hacen sentir feliz, y afloran en tí sentimientos que hacía muchísimo tiempo que no sentías.

Te despides de ellos con un hasta pronto y con lágrimas en los ojos...

Sabes que tus padres están ahí, pero algo a cambiado. Ya no eres pequeña y lo sabes.

Aún así, sigues siendo la pequeña de la casa, la niña de sus ojos, y te siguen queriendo y apoyando como siempre, demostrándote su amor.

Tienes la vida que tú as elegido, tienes responsabilidades, las cuales a veces, te producen sufrimiento pero, así es la vida.

Te entristece no poder tenerlos a tu lado cuando más lo necesitas, y saber todo lo que a cambiado, pero aprendes a ser fuerte, o por lo menos lo intentas, y luchas por lograr tus sueños, hacer que los tuyos se sientan orgullosos y seguir adelante cueste lo que te cueste.

Mil gracias a todos los que están a mi lado, sin ustedes no sería nada...